domingo, agosto 06, 2006

Sensaciones en el mar

Lo que más me gusta hacer en el mar es el muerto.

Cuando me relajo, empiezo a flotar. Mis brazos y mis piernas van aflojándose, e inmediatamente, van a buscar esa posición semihorizontal con la que todos flotamos.

El agua me queda justo por encima de los oidos, por lo que el mundanal ruido se convierte en un apagado murmullo, totalmente amortiguado. El único ruido importante es, entonces, mi respiración. Me concentro en mi respiración y mi cabeza deja de pensar en otra cosa que no sea en mantener una inspiración y espiración totalmente relajada y rítmica.

Las olas me van moviendo irregularmente. El calorcillo del sol me hace entrar en una especie de modorra muy agradable. Sólo me medio despierta de ella alguna ola traviesa que se decide a cubrir mi cara completamente de agua. Como ya lo se, procuro mantener los ojos bien cerrados. Así la sal no me escuece ... demasiado.

Me quedaría todo el día en esa agradable posición ...

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