Ayer visitamos por ultima vez el Rano Kau desde otro margen para disfrutar de la increible visión conjunta, del acantilado, el mar, el lago y los islotes al fondo. Después dijimos hasta pronto a la isla de Rapa Nui y a la familia Riroroko. Nos pusieron el collar de conchas que significa que uno ya esta yéndose, de viaje, pero que vientos propicios pueden volver a traerle a la isla. Aparte de muchos metros de barro, fotografias, un moreno tipo camionero, innumerables anécdotas (no todas publicables en un blog) y muchos problemas resueltos con bastante imaginación, perseverancia y algo de suerte, se viene con nosotros el recuerdo de la familia Riroroko, de su hospitalidad y ayuda y de otros que nos han hecho entender un poco más que significa vivir en la isla más alejada del continente.
La plataforma y los sondeos inician su vuelta a España mañana desde Santiago... en unos dias todo el equipo humano estará también de vuelta en España, dispuestos a seguir la aventura de Rapa Nui desde el hemisferio norte.
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