Otro nuevo juguetito ...

Lo reconozco: soy un correo-electrónico-adicto. Cuando estoy trabajando tengo el cliente de correo electrónico permanentemente abierto, y cuando llega uno, al segundo dejo lo que estoy haciendo para verificar quien me ha escrito. Habitualmente, contesto de inmediato. Si estoy fuera, me gusta mirar el correo electrónico al menos una vez al día. No puedo evitarlo. Es superior a mis fuerzas.

También lo miro a diario por necesidad. Necesito borrar la ingente cantidad de correos spam que me llegan. Si no lo hiciera a diario llegarían a saturar mi cuenta en muy pocos días.

Siempre viajo con el ordenador portátil encima, ya que me permite, entre otras cosas, mirar el correo. Sólo lo dejo en casa durante los 15 días de vacaciones. Y lo hago por una cuestión de salud mental. Si tengo el portátil entre mis manos, primero miro el correo, y una vez borrado el maldito spam, satisfecha mi curiosidad y contestados los correos importantes, mis neuronas se activan y acabo poniéndome a trabajar. Pero si dejo el portátil, no puedo mirar el correo, lo que me obligaba a buscar un ciber-café, con los consecuentes barullos familiares ...

Por eso me he comprado mi nuevo juguetito. Es una tarjeta Wi-Fi SD para mi tan apreciada Palm Tungsten E2 (mi tamagochi, como la llama de forma genial Armand). La encontré en Expansys. En un par de días te la envían mediante DHL.

Ayer por la noche me entretuve a configurar la Palm con los nuevos drivers de la tarjeta Wi-Fi. Funciona a las mil maravillas. He tenido que desactivar la carga de imágenes para tener una velocidad de navegación aceptable. Como sólo la quiero para poder chequear el correo en momentos muy puntuales cumple de sobra su cometido. Sólo le he encontrado un problema a la tarjeta. Viene sin una funda donde poderla guardar en condiciones. No costaba nada incluirla de serie, aunque que para eso hubiera que incrementar ligeramente el precio de la tarjeta.

¡Ya puedo conectarme a internet sin tener que carretear el portátil!