miércoles, mayo 30, 2007

El Amazonas y el Cambio Climático

Siempre se ha comentado que la selva amazónica es uno de los grandes sumideros de dióxido de carbono más importantes que existen, y por tanto, representa una eficaz arma en la lucha por mitigar los efectos del Cambio Climático. Pero, hasta hace poco, se desconocía cual era el funcionamiento de este fundamental ecosistema.

Investigadores del Earth Observatory han descubierto patrones de comportamiento estacionales de esta gran masa selvática que hasta ahora no se conocían, y que gracias a los satélites han quedado patentes.

Es bien conocido por todos que las hojas de las plantas are the gatekeepers of the exchange of carbon dioxide and oxygen, energy, and water vapor between vegetation and the atmosphere; leaf surface area plays a critical role in carbon, water, and climate cycles on local and global scales [Earth Observatory].

En contra de lo que uno imagina, en la selva tropical amazónica no llueve todo el año, ni cuando llueve, lo hace por igual. Así, la estación húmeda de la selva que se encuentra al norte del ecuador tiene lugar durante los meses de verano (julio, junio y agosto) mientras que la que se localiza al sur del ecuador se produce entre los meses de octubre y mayo. También se han observado diferencias entre el este y el oeste. El periodo seco sólo dura 3 meses en la selva más oriental mientras que, en la selva occidental, este periodo puede llegar a tener una extensión de 7 meses.

Hasta ahora se creía que durante estos meses de sequía, las plantas relantizaban su metabolismo, fijando menos dióxido de carbono, pero, en cuanto los científicos se empezaron a encaramar a las copas de los árboles más altos y a medir el flujo de CO2 que se desprendía, descubrieron que los árboles aceleraban la fotosíntesis (incrementaban la fijación de dióxido de carbono y/o ralentizaban los procesos de respiración) durante la estación seca.

Este aparente contrasentido (el sentido común dice que las plantas crecen mejor durante la estación húmeda que si están estresadas por falta de agua) se resolvió temporalmente asumiendo que los árboles disminuían los procesos de respiración. A la larga se ha visto que esta explicación no era concordante con los, cada vez más numerosos, datos que apuntaban en la dirección opuesta.

Los satélites acudieron en ayuda de estos científicos, y el análisis de 20 años de fotografías satelitales evidenciaron que el crecimiento de la selva tropical no estaba limitado por las estaciones secas si no por la falta de disponibilidad lumínica durante la estación húmeda. Las nubes no dejan llegar la luz solar a las hojas, reduciendo su capacidad fotosintética. Esto no pasa durante la estación seca porque no hay nubes. De ahí su mayor capacidad de fijación de CO2 durante la estación seca.

Si no pueden realizar bien la fotosíntesis, las hojas de los árboles son menos verdes. Por tanto, realizando mapas satelitales de 'verdor' (las hojas verdes reflejan la luz del infrarrojo cercano), los científicos pudieron demostrar que la selva amazónica era más verde durante la estación seca que durante la húmeda.

Y esto es lo que demuestra las dos fotografías que encabezan este post. La de la izquierda muestra la extensión actual de la selva amazónica y la de la derecha el índice de verdor durante la estación seca (colores verdosos) y húmeda (colores rojizos). Podeis ver con más detalle las fotos y las explicaciones aquí y aquí.

Simplemente espectacular.

No hay comentarios: