viernes, marzo 09, 2007

James Lovelock y la energía atómica (2a parte)

Ayer salió publicada en el Weblog Madri+d otra entrevista con James Lovelock, donde abunda en su defensa de la energía nuclear como alternativa a los combustibles fósiles y como sistema para luchar contra la emisión de gases de efecto invernadero. La fuente original de la entrevista es la versión electrónica del periódico ABC. Esta vez, la entrevista es más moderada ...

Aquí la teneis:

James Lovelock: La energía nuclear es la única medicina eficaz para curar nuestro planeta enfermo

Considerado el padre del ecologismo moderno, aunque él se considera un científico, y lo es, no confía en las medicinas que habitualmente ofrecen las organizaciones ecologistas para salvar a la civilización de un cambio climático «irreversible y muy próximo».

FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.

Pregunta. En su último libro plantea un futuro muy negro. Sorprende cuando usted siempre ha lanzado mensajes positivos...
Respuesta. Sí, entiendo que un escenario tan sombrío no es algo que se espere de un científico. Aunque lo único que hago es traducir a un lenguaje comprensible los datos del informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, presentado hace unas semanas en París. Lo que me hizo cambiar mi visión fue una visita con mi mujer, Sandy, hace tres años al Centro Hadley, a 70 kilómetros de donde vivimos en Inglaterra. En este centro se ha realizado mucho del trabajo que luego se ha utilizado en el informe del IPCC.

P. ¿Qué le dijeron allí?
R. Tantas cosas... que dentro de diez o veinte años sería posible coger un barco hasta el Polo Norte, porque el hielo se está derritiendo a una velocidad de vértigo; que con 4 grados de aumento de temperatura la selva tropical será un desierto; que con ese calor los océanos también quedarán yermos, pues toda la flora de la capa superficial no puede sobrevivir porque no hay nutrientes ni oxígeno para ello. Es lo que ocurre con los mares tropicales, y por eso tienen esas aguas tan cristalinas, y esto está pasando ya en los mares más fríos.

P. Un panorama desolador.
R. Sí, pero ninguno de ellos estaba muy preocupado. Eso es muy típico en la Ciencia, cada uno conoce de su campo de estudio y sólo se preocupa y se concentra en él. Yo al ver todos esos campos reunidos me di cuenta de que era la Tierra entera la que se veía afectada, no sólo una parte de ella.

P. Usted achaca a esa división de la Ciencia que se haya actuado tarde contra el cambio climático.
R. Sí, ese es el curso de la Ciencia, cada vez se suceden más divisiones y subdivisiones de los diferentes campos. Basta con el ejemplo de la biología, donde existen treinta áreas diferentes, y los científicos casi se enorgullecen de ello.

P. Dice que el desarrollo sostenible es lo mismo que no hacer nada. ¿Cuál es entonces la salida?
R. El desarrollo sostenible es imposible porque ya no podemos desarrollar más. Sólo lo que emite cada año la población mundial al respirar, unas 3 gigatoneladas de dióxido de carbono, es lo mismo que quema Europa de combustibles fósiles en un año.

P. ¿Tendremos entonces que renunciar a nuestro estilo de vida?
R. Sí y no. Creo que somos sobre todo una civilización urbana. Todo lo que necesitamos realmente para vivir es comida y electricidad. Y esto lo podremos conseguir sin dañar para nada la Tierra, es lo que yo llamo una «retirada sostenible». La electricidad la podemos obtener de la energía nuclear, como hace Francia. Pero el gran problema será la comida, porque las tierras se secarán y no se podrá producir comida como se está haciendo ahora. Si queremos salir adelante tendremos que sintetizar la comida. Ya sé que suena un poco horroroso, pero ya existe en el mercado comida sintética. Esto es un poco visionario, porque yo creo que los acontecimientos se nos echarán encima tan rápido que no tendremos tiempo ni para hacer eso.

P. ¿Qué dice a los que le atacan por apoyar la energía nuclear?
R. Yo siempre he apoyado la energía nuclear. No estoy diciendo que la energía nuclear sea lo ideal a largo plazo para nuestro planeta enfermo, pero hoy por hoy es la única medicina eficaz de la que disponemos. Es simplemente el medicamento que nos proporcionará una fuente segura y constante de electricidad hasta que esté disponible la energía de fusión.

P. Dice que la Tierra está preparando su venganza y que algunos van a sobrevivir. ¿Quiénes?
R. Bueno, la venganza es una metáfora, porque la Tierra no piensa. Es una forma de decir que tomamos venganza de nosotros mismos. Los seres humanos llevan en la Tierra un millón de años y ha habido siete acontecimientos climáticos como éste. El cambio de la época glacial a la interglacial y la violencia de este cambio es parecida a la de ahora. Y, sin embargo, estamos aquí para contarlo. Entonces, algunos ya han sobrevivido.

P. Habla del cambio climático como una enfermedad y como una guerra, en la que compara el Tratado de Kioto con el de Múnich. ¿De tan poco sirve Kioto?
R. Tenemos que recordar que el protocolo de Kioto es de 1997, y en aquel momento todos, incluido yo, pensábamos que no estaba mal. Pero es que ahora lo que se dijo entonces ya no es de aplicación, las cosas han evolucionado mucho más rápido y no hemos cambiado las armas. Soy lo bastante viejo para ver que la actitud que había hace más de 60 años respecto a la amenaza de la guerra es muy parecida a la que hay ahora con el calentamiento global. Nuestra reacción ha sido el apaciguamiento, menos para algunos. Todas esas personas que cruzan en botes desde África hacia las islas Canarias están huyendo del cambio climático.

P. Lo que dijo hace 40 años se ha cumplido. Denos una receta para salvar a Gaia.
No podemos hacer nada para salvar a Gaia, no somos lo bastante inteligentes, incluso aunque lo fuéramos, deberíamos convencernos de hacerlo. Pero es que no sólo hay que mirar a Europa, sino que tenemos que mirar a China y la India, países que se están desarrollando, ¿les vamos a convencer de que paren? Nosotros no salvaremos a Gaia, ella se salvará a sí misma como lo ha hecho otras veces y, al salvarse, nos hará la vida muy incómoda.

P. ¿Realmente la Tierra está enferma o ya ha entrado en la vejez?
R. La Tierra ha vivido 4.000 millones de años y sólo le quedan unos 500 millones. Es igual de vieja que yo, más o menos. (Ríe).

No hay comentarios: