viernes, junio 02, 2006

Ya soy una persona de tres patas!

Y no me entendais mal, que os veo venir! Ayer por la tarde fuí al médico porque me tocaba la revisión de la rodilla. Ya hace días que, para los trayectos cortos y que conozco bien, me muevo sin muletas. Me siento seguro andando sin ellas y tengo unas ganas de liberar las manos que ni os cuento.

Aparecí en la consulta del médico andando sin usar las muletas. Sólo las llevaba en las manos como si fueran un trasto inútil. Pensaba que si aparecía andando daría una buena sensación de seguridad y me diría que ya no me hacían falta ... ¡iluso! En cuanto me vió, me riñó. Me dijo (como si fuera mi padre) que la fractura aún estaba fresca y que tenía que usar las muletas ... mi cara de felicidad se convirtió en fustración. Empecé a hablar, balbuceando, que yo era una persona muy responsable, que siempre usaba las muletas (!&%%!!#@!!) y que había sido sólo ese preciso instante que me había olvidado de ellas ... evidentemente, no me creyó, y continuó riñiendome. Aguanté estoicamente el chaparrón.

Me inspeccionó la rodilla, y aseveró con cara circunspecta que aún estaba muy hinchada. Eso sí: no me tocó. Yo esperaba que me hubiera manoseado un poco mi rodilla hinchada (los médicos siempre te manosean un poco para ver como estas ¿no?) pero se ve que no hizo falta. A saber porqué ...

Cuando me estaba poniendo los pantalones le pedí el alta médica. Me miró con cara de sorprendido. ¿Seguro que quieres trabajar? ¿Seguro que puedes? me preguntó. Le contesté afirmamente a las dos preguntas y me la dió, no sin antes recordarme (¡una vez más!) que no forzara la rodilla. Ante la cara de sorpresa que ponía el hombre le expliqué porqué quería el alta médica. Del lunes 12 al viernes 16 de Junio quería irme al congreso de variablidad climática que se celebra en Londres de aquí a dos semanas. ¡Ahora lo entendía! ¡No es que yo fuera un bicho raro adicto al trabajo si no que era un pendón que quería irme unos días fuera y librarme de la maldita recuperación!

Me dijo que aún tenía que usar una muleta durante quince días más. ¡Maldición! y yo que ya me había hecho la idea de abandonarlas para siempre ...

Salí de la consulta entre satisfecho (me podía ir a Londres con el beneplácito del médico) y fustrado (aún llevaba un apéndice metálico cogido de mi mano izquierda) y me fuí a hacer mis tres horas diarias de rehabilitación.

Hace dos días que empecé a hacer bicicleta estática. La máquina de flexión ya no es útil para mí ya que doblo la rodilla algo más de 130 grados. Ahora, la forma de obligar a doblar la rodilla es mediante la bicicleta estática. Progresivamente voy bajando la altura del sillín lo que me obliga a doblar la rodilla cada vez más. Ahora el problema (mi problema) lo tengo con el tendón del bíceps femoral (es el músculo situado en la parte posterior externa de las piernas). Aparentemente, el tendón está inflamado y no me permite doblar la rodilla a partir de un punto. El dolor es demasiado intenso. José, el fisioterapeuta, empezó a aplicarme ultrasonidos y puntos de calor muy intenso mediante una pistola láser en el tendón en cuestión.

Como no mejoro hoy me ha aplicado un tratamiento de choque. El tratamiento ha consistido en masajearme el tendón siguiendo una técnica china, o sea, aplicar un masaje intenso. Y he querido morirme. El dolor ha sido tan intenso que aún me duele ... ¡maldito tendón!

Suerte que en Barcelona este fin de semana tiene tres días que si no ...

No hay comentarios: